Viernes, 11 Agosto 2023

La cuestión previsional y las elecciones presidenciales

Nos propusimos analizar las propuestas que presentan candidatas y candidatos en materia previsional. Para ello, le encomendamos al Lic. en Ciencias Políticas Diego Arias, integrante de nuestro equipo, la realización de un relevamiento, sobre el cual compartimos nuestra mirada.

Cada vez que se acerca una elección nacional, las fuerzas políticas en campaña presentan sus propuestas en torno a los principales asuntos de interés público que atraviesan al país. Sin embargo, la cuestión previsional no parece haber estado este año entre las prioridades de los distintos candidatos. Si bien los partidos han abandonado la vieja costumbre de la “plataforma electoral”, también se hace difícil encontrar el tema del derecho previsional en declaraciones, sitios de internet, folletería y redes sociales.

Esto es así pese a que debería ser un tópico ineludible para candidatas y candidatos de los distintos espacios y coaliciones con vocación de gobernar, ya que los recursos destinados a solventar el sistema de previsión social ostentan un peso relativo mayor al de cualquier otra erogación dentro del presupuesto público nacional.

Temas como el tipo de financiamiento y la sostenibilidad del sistema en su conjunto, la justeza de las moratorias previsionales, la edad jubilatoria y la capacidad adquisitiva de haberes y pensiones no ocupan centralidad en la coyuntura preelectoral.

Por si fuera poco, la situación macroeconómica y social de la Argentina no hace más que agravar la crisis del sistema previsional y encender el debate acerca de cómo gestionarlo más allá del corto plazo.

Qué hizo el gobierno en materia previsional

La actual gestión puso el eje en ampliar la población mayor cubierta. Para ello promovió la aprobación de dos leyes. Ambas permiten completar servicios faltantes. Una de ellas a través del reconocimiento de servicios por tareas de cuidado para las mujeres con hijas e hijos y la otra crea el Plan de pago de deuda previsional (conocida como nueva moratoria previsional). También se instrumentó la Prestación Anticipada para aquellos varones de 60 años y mujeres de 55 que acreditando 30 años de servicios con aportes efectivos, se encontraban en situación de desempleo al 30 de junio de 2021.

En relación al monto de las prestaciones, promovió la declaración de emergencia previsional (ley 27.541) y mediante la fijación de los aumentos otorgados en el 2020 de manera discrecional (conforme delegación del congreso) generó el achatamiento de la pirámide al dar aumentos de suma fija más suma variable en marzo de 2020. Claramente la suma fija hace que se pierda la distancia entre los haberes mínimos y los superiores a ella.

La pérdida sufrida por beneficiarias y beneficiarios del sistema previsional a partir de la emergencia de 2020, no fue recuperada a su vencimiento. En este sentido, las cifras del INDEC muestran que el año pasado los ingresos del fisco acompañaron la evolución de los precios de la economía, mientras que el gasto público se incrementó un 54% nominal, la mitad que la inflación. Este recorte en términos reales se hizo patente en las jubilaciones y pensiones, que cayeron un 11,4% interanual.

La variación negativa se repitió este año, aunque morigerada en el caso de prestaciones de menores ingresos por el efecto de los sucesivos bonos extraordinarios que les fueron otorgados a lo largo de todo el primer semestre.

Según un informe elaborado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, “los haberes actualizados únicamente por la fórmula de movilidad -no alcanzados por los bonos- mostraron una reducción del poder de compra de 13,7% durante el semestre”. En cambio, las prestaciones de la mínima recibieron varios “refuerzos”, el último de los cuales fue anunciado en pleno cierre de la campaña, con un cronograma de pagos dividido en tramos, desde julio hasta noviembre.

En pocas palabras: el impacto directo en el bolsillo de los aumentos extraordinarios, al concentrarse en la base de la pirámide previsional, produce una reducción de la brecha de ingresos y una caída proporcionalmente mayor -casi el doble- en los haberes intermedios y altos respecto de los más bajos.

Debates de campaña

En su doble condición de ministro de Economía y principal precandidato del oficialismo, Massa (ex titular de la Anses) hizo de los adultos mayores un segmento privilegiado de su mensaje proselitista rumbo a las PASO. Muchos de sus anuncios están vinculados a facilidades para el sector. Recientemente oficializó créditos para titulares de jubilaciones y pensiones a tasas subsidiadas. Asimismo, acusa a sus competidores de pretender recortar recursos y derechos adquiridos para compensar la falta de aportes al suprimir la nueva administración el llamado Impuesto PAIS, gravamen que Juntos por el Cambio considera injusto y distorsivo, y que hoy destina casi las dos terceras partes de su recaudación a financiar programas de ANSES y PAMI.

En síntesis, sostiene un discurso esencialmente continuista en materia previsional, la idea de una reforma del sistema no forma parte de su plataforma de campaña.

Juntos por el Cambio (previsional)

Durante su período de gobierno, la actual alianza opositora implementó varias medidas en relación a la situación previsional. En 2016 creó la llamada «Reparación Histórica» que se basaba en la propuesta de acuerdos transaccionales que permitían reajustar los haberes y cancelar ciertas deudas previsionales exigibles. El programa se elaboraba sobre la base de la doctrina de ciertos fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Además, implementó la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), que brindaba una fuente de ingresos a quienes no contaban con otros tipos de beneficios previsionales. Ambas medidas representaron un aumento de ingresos para muchas personas generando un desachatamiento de la pirámide de haberes jubilatorios.

De cara a las elecciones, existe una noción compartida por ambos precandidatos de la interna, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, acerca de la necesidad imperiosa de una reforma integral del sistema de previsión social para aliviar al fisco, en sintonía con lo planteado por el ex presidente Mauricio Macri en su libro “Segundo Tiempo”, en el que se lamenta por la crisis política desatada a partir de la reforma previsional que ensayó a fines del 2017 y propone encarar un nuevo proceso reformista en el mismo sentido pero “a mayor velocidad” y sin titubeos en un eventual segundo mandato.

La principal coalición opositora decidió no acompañar la última moratoria propuesta por el Poder Ejecutivo Nacional, con argumentos centrados en los problemas de sustentabilidad fiscal que ese tipo de medidas plantean a partir de la relación asimétrica y desproporcionada que hoy existe entre la población pasiva y los aportes de los trabajadores activos.

En esa misma línea, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se refirió al tema desde una perspectiva fiscalista: “Para que el equilibrio fiscal sea sostenible en el tiempo hay que replantear el sistema jubilatorio”, afirmó.

Asimismo, planteó la necesidad de “lograr que la reforma previsional esté pactada en el tiempo”, que suponga una mirada consensual y largoplacista ya que “tiene que ser un derecho común aprobado en el tiempo”. Sobre el contenido de esa reforma, señaló en un acto junto a Fernán Quirós en Mendoza, que en caso de acceder a la presidencia buscaría que los ingresos de los adultos mayores no pierdan la carrera contra la inflación, para lo cual rememoró la fórmula de movilidad que impulsó el gobierno de Macri, que tomaba como parámetro el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, desechada por la actual administración.

Además, en el mismo acto ocurrido en la víspera de las PASO, dio a conocer un paquete de medidas específicamente destinadas a esta población:

  • Eliminación del requisito de los 30 años de aportes con el fin de permitir que todas las personas accedan a una jubilación mínima de base, y luego cada una pueda acceder a un diferencial en función de la cantidad de aportes realizados.
  • Revisión de los regímenes de excepción para evitar su extensión generalizada.
  • Creación de un Sistema Integral de Cuidados, con puntos de atención en cercanía y una línea telefónica permanente y gratuita -que ya existe en la Ciudad- para “contener emocionalmente” a las personas mayores que lo necesiten.
  • Fomento al acceso de esta población a las nuevas tecnologías digitales a través de capacitadores especializados.
  • Construcción de una “red de bienestar” que incluya propuestas deportivas, culturales y recreativas en distintos puntos del país para los jubilados.

Patricia Bullrich, por su parte, se ha mostrado más reacia a dar a conocer sus propuestas sobre el tema previsional, que en general es utilizado como ariete en su contra por parte de quienes suelen achacarle la responsabilidad política por la decisión de recortar nominalmente los haberes jubilatorios para ir hacia el mentado “déficit cero” durante el gobierno de la Alianza, culminado en diciembre del 2001 en medio de una crisis social y financiera sin precedentes.

El contenido específico de las reformas que propone en materia impositiva, laboral y previsional es más difícil de localizar en sus discursos públicos o intervenciones mediáticas, y habitualmente es expresado por sus economistas de referencia o equipos técnicos de campaña.

Así, en paralelo a sus declamaciones políticas en contra de las “jubilaciones de privilegio”, sus asesores más cercanos vienen trabajando en un plan de reforma del sistema previsional que, en línea con lo planteado por el ex presidente Macri en su libro, se propone avanzar en los primeras días de gobierno hacia un cambio profundo de la legislación previsional, considerada “obsoleta”, con el fin de bajar el gasto en jubilaciones y simplificar la financiación del sistema en pos de lograr una mayor “solvencia fiscal”, así como también para unificar los distintos regímenes especiales y acabar con la lógica de las “jubilaciones a la carta”.

El ex titular del Banco Nación Carlos Melconian, que tiene ascendencia sobre las ideas económicas de ambos postulantes de Juntos por el Cambio, presentó recientemente en la Fundación Mediterránea un plan económico que incluye el cierre de nuevas moratorias previsionales y la generalización de la Prestación para el Adulto Mayor (PUAM) para todas las personas que no alcancen un ingreso mínimo.

La posición Libertaria

Pero si de expresarse sin tapujos se trata, el candidato más efusivo es sin lugar a duda el libertario Javier Milei, quien señaló recientemente en una entrevista en Radio Mitre que en caso de ser elegido presidente su propuesta es restaurar el modelo de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), esquema de capitalización privada que rigió en el país durante los años 90, hasta su supresión en 2009. “Lo que pasa es que uno tiene que reformarlo sin vulnerar derechos. Eso lo propongo como parte de las reformas de segunda generación», dijo Milei en esa nota.

El precandidato del espacio La Libertad Avanza piensa las reformas estructurales del Estado y de la economía desde una lógica etapista y secuencial: sus reformas “de primera generación”, según él las más imperiosas de concretarse, tienen que ver con la reducción de impuestos, la reestructuración del Estado, la flexibilización del mercado laboral y la liberalización del comercio exterior.

Para una segunda etapa, se propone encarar una reforma previsional para bajar el gasto en materia de jubilaciones y pensiones. Esta reforma podría incluir una suba de la edad jubilatoria, aunque respecto de este tema, que no está presente en el discurso de ninguno de los otros candidatos que se presentarán en las PASO, aclaró lo siguiente: «hay que hacer los cálculos en función de la transición demográfica argentina, con la relación entre los que aportan y los pasivos, (entender) cómo va a evolucionando la población y algo muy importante es que si yo voy a estar modificando el mercado laboral, es muy probable que la PEA varíe sustancialmente. No tenemos la información para resolver ese sistema».

La mirada de la izquierda

En sus distintas vertientes, la izquierda partidaria comparte el postulado clásico de alinear el Salario Mínimo, Vital y Móvil con la Canasta Básica que mide el INDEC y plantear el 82% móvil para los jubilados, con el fin de que ninguno quede por debajo de la línea de pobreza.

En ese sentido, la candidata presidencial Myriam Bregman propuso que los haberes jubilatorios -al igual que los salarios- «ante la escalada de la inflación, sean indexados una vez por mes. El ingreso mensual debe cubrir las necesidades básicas de alimentación, vivienda, transporte y salud», señaló.

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